Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)

COMUNIDAD DE ESTADOS LATINOAMERICANOS Y CARIBEÑOS – CELAC

UN ORGANISMO QUE AVANZA EN AMÉRICA LATINA

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Comunida de dos Estados Latino-Americanos e Caribenhos; Communauté des États Latino-américains et Caribéens; Community of Latin American and Caribbean States) es un organismo intergubernamental de ámbito regional, constituido por los Jefes de Estado y de Gobierno de los países de América Latina y el Caribe, reunidos en la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, conformada por la XXI Cumbre del Grupo de Río y la II CALC (Cumbre de América Latina y del Caribe sobre Integración y Desarrollo), en la Riviera Maya, México, los días 22 y 23 de febrero de 2010.

Su finalidad es “avanzar de manera decidida hacia una organización que agrupe a todos los Estados de América Latina y El Caribe… Reafirmando la necesidad de realizar esfuerzos, con nuestros pueblos, que nos permitan avanzar en la unidad y en la integración política, económica, social y cultural, avanzar en el bienestar social, la calidad de vida, el crecimiento económico y promover nuestro desarrollo independiente y sostenible, sobre la base de la democracia, la equidad y la más amplia justicia social.”

Se fundamenta en los siguientes principios y valores comunes: el respeto al derecho internacional; la igualdad soberana de los Estados; el no uso ni la amenaza del uso de la fuerza; la democracia; el respeto a los derechos humanos; el respeto al medio ambiente, tomando en cuenta los pilares ambiental, económico y social del desarrollo sustentable; la cooperación internacional para el desarrollo sustentable; la unidad e integración de los Estados de América Latina y el Caribe; y un diálogo permanente que promueva la paz y la seguridad regionales. Y se basa en la solidaridad, la inclusión social, la equidad e igualdad de oportunidades, la complementariedad, la flexibilidad, la participación voluntaria, la pluralidad y la diversidad.

Sus Estados miembros son: Antigua y Barbuda; República Argentina; Mancomunidad de las Bahamas; Barbados; Belice; Estado Plurinacional de Bolivia; República Federal de Brasil; República de Chile; República de Colombia; República de Costa Rica; República de Cuba; República Dominicana; Mancomunidad de Dominica; República del Ecuador; República de El Salvador; Grenada; República de Guatemala; República Cooperativa de Guyana; República de Haití; República de Honduras; Jamaica; Estados Unidos Mexicanos; República de Nicaragua; República de Panamá; República del Paraguay; República del Perú; Santa Lucía; Federación de San Cristóbal y Nieves; San Vicente y las Granadinas; República de Surinam; República de Trinidad y Tobago; República Oriental del Uruguay; República Bolivariana de Venezuela.

OBJETIVOS DE LA COMUNIDAD DE ESTADOS LATINOAMERICANOS Y CARIBEÑOS

Los objetivos de la CELAC están enfocados en; promover la concertación política, impulsar la agenda latinoamericana y caribeña, posicionar a la región en temas globales, fomentar los procesos de diálogo con otros actores, impulsar la integración regional para el desarrollo, promover la coordinación entre organismos subregionales y desarrollar nuevos esquemas de cooperación regional y con otros Estados.

La CELAC entonces, habrá de considerarse como un elemento clave de compromiso con la democracia y con la protección de los derechos humanos, ya que en esta  se recogen todos los principios de la declaración fundacional,  la misma en la que establece que la democracia es una de las más preciadas conquistas de nuestra región y producto de un proceso continuo e irreversible sobre el que la región no está dispuesta a admitir interrupción ni retrocesos.

Este es un espacio propio de concertación y convergencia que refleja los múltiples esfuerzos que han venido realizando los países de América Latina y el Caribe, para actuar con eficacia en los foros globales y no rezagarse frente a otras regiones que actúan como bloques en las negociaciones multilaterales.

Esta unión se plantea como una instancia que pueda encauzar la voluntad de la región hacia la construcción de un espacio representativo del conjunto de los países latinoamericanos y caribeños, que permitiera avanzar en la unidad, la concertación política, la cooperación, el desarrollo y, en especial, que sea capaz de definir una agenda propia que no duplique esfuerzos y no sea excluyente de otros foros.

Este nuevo espacio se sustenta con el objetivo de proyectar la presencia y la voz de la región en el mundo; profundizar la integración política, económica, social y cultural de la región y a su vez establecer compromisos efectivos de acción conjunta para la promoción del desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe en un marco de unidad, respeto a los Derechos Humanos, cooperación, complementariedad y concertación política.

Con la constitución de la CELAC se dio un importante paso en lo que respecta la consolidación de un mecanismo político más representativo de la región con la capacidad de actuar y posicionar a América Latina y el Caribe dentro de los foros globales y ante acontecimientos relevantes del ámbito internacional.

ESTRATEGIAS COMUNES

La propuesta  ecuatoriana de constituir a la CELAC es congruente con uno de los ejes de política pública asentados en la Constitución del Ecuador, artículo 423, el mismo que  constituye un objetivo estratégico del Estado. De acuerdo con ello, la Constitución señala que “el régimen de desarrollo para el Buen Vivir de los ecuatorianos tiene como objetivo promover la integración latinoamericana, garantizar la soberanía nacional e impulsar una inserción estratégica en el contexto internacional”.

La CELAC debe convertirse en el interlocutor regional frente a otras zonas del globo. Para ello deberá desarrollar mecanismos de diálogo con otras regiones, de la misma manera que lo ha hecho con Europa. Estos mecanismos deben orientarse a consolidar cooperación política, económica, de inversión, transferencia de ciencia y tecnología. Ecuador ve el proceso de la CELAC como un paso oportuno para la focalización de los esfuerzos integracionistas y como medio para concertar posiciones que beneficien a la región latinoamericana y caribeña. No obstante, considera que como instancia de coordinación política, no deben existir rigideces institucionales y el consenso debe ser el medio para la adopción de decisiones.